Conciliación del sueño: Qué es el insomnio
La palabra “insomnio” proviene del latín y quiere decir literalmente “falta de sueño a la hora de dormir”. Esta falta de sueño puede manifestarse de distintas maneras:
- Dificultad para conciliar el sueño: esto ocurre cuando la persona tiene dificultad para quedarse dormida y tarda por lo menos 30 minutos den hacerlo.
- Dificultad para mantener el sueño: es cuando se experimentan más de 3 despertares nocturnos con dificultad para volver a dormir y descansar.
- Despertar precoz: hace referencia a los casos en los que las personas despiertan con mucha antelación a la hora prevista de levantarse sin poder volver a conciliar el sueño.
- Sueño no reparador: esto sucede cuando la persona se duerme pero no descansa.
Cuando alguna de estas situaciones lleva ocurriendo de manera repetida durante menos de tres meses, hablamos de insomnio agudo o de corta duración, pero cuando supera los tres meses y se repite mínimo 3 días a la semana, lo calificamos como insomnio crónico.
Consecuencias de no dormir bien
Si no se duerme las horas de sueño necesarias, además del cansancio físico al que nos vemos sometidos, el lóbulo frontal del cerebro, encargado de regular la actividad emocional, no logra actividad, se bloquea y provoca que las emociones actúen sin ningún control, generando reacciones desproporcionadas ante causas insignificantes (mal humor, irritabilidad…..)
Es por esto que dormir bien es necesario para poner en orden nuestros circuitos cerebrales emocionales.
Los beneficios de dormir bien se manifiestan durante el día en forma de una mejor capacidad de atención, creatividad e incluso de memoria.
¿Cuántas horas debemos dormir?
Según www.sleepfoundation.org , estas son las horas que idealmente deberíamos dormir en función de la edad los adolescentes y los adultos:
La importancia del entorno ambiental
Cuando alguien experimenta un empeoramiento en su descanso nocturno y sufre episodios de insomnio, una de las primeras cosas que debe hacer es asegurar que su entorno ambiental cumple las condiciones óptimas para un descanso correcto:
- Dormir en oscuridad y el caso de que no pueda evitarse la contaminación lumínica procedente de la calle, utilizar un antifaz.
- Asegurar que el ambiente para dormir sea silencioso. Si es necesario, se puede insonorizar con un buen aislante acústico.
- Debemos dormir sintiéndonos a gusto con la temperatura, no pasando ni frío ni calor. Por ello se recomienda mantener la temperatura de la habitación entre los 18-21 ºC
- Tipo de colchón y almohada: elegir un colchón de firmeza media, ni demasiado blando ni demasiado duro y la almohada tiene que ser cómoda, evitando las que son excesivamente altas ya que pueden forzar el cuello.
- Procurar pintar el dormitorio con tonos pastel o en tonos neutros. Evitar los colores intensos y excitantes.
- Evitar colocar accesorios en la habitación que no tengan relación con el sueño, como televisores, ordenadores, radio……
- Apagar el móvil o dejarlo fuera de la habitación durante la noche.
- Evitar el uso de aparatos eléctricos con emisión de luz al menos dos horas antes de acostarse.
Cuando estas medidas higiénicas no son suficientes y se han descartado signos de alarma, que aconsejen acudir al médico al médico, podemos probar con:
- Plantas naturales: como por ejemplo Pasiflora, Valeriana, Melisa, Espino blanco, Lúpulo……. Actúan sobre el sistema nervioso central de forma sedante.
- Melatonina: hormona que controla el ciclo del sueño.
- Tratamiento farmacológico: a base de Antihistamínicos H1 o Hipnóticos. Esto últimos ya con prescripción médica.