Vacunación de la gripe
¿Qué es la gripe?
La gripe es una infección respiratoria viral aguda que se caracteriza por su fácil transmisión por vía aérea directa. Es una infección autolimitada en la población general, pero está asociada a un incremento de la mortalidad en poblaciones de alto riesgo.
Esto es especialmente relevante en personas mayores de 65 años, ya que poseen un mayor riesgo de complicaciones que requieren hospitalización. Del mismo modo los costes indirectos en adultos pueden llevar a absentismo laboral y baja por enfermedad.
Los virus de la gripe son muy variables y en función de las mutaciones genéticas con respecto a años anteriores, el grado de protección de la población puede variar, registrándose epidemias de diversas intensidades.
Síntomas de la gripe
Tras el periodo de incubación, que dura entre uno y cuatro días, se da una aparición súbita de fiebre elevada, cefalea, dolor muscular y de garganta, tos seca y malestar general. La infección dura, por lo general, una semana.
La complicación mas frecuente es la neumonía, que afecta principalmente a los niños pequeños, personas mayores y pacientes que padecen alguna enfermedad crónica.
Prevención y tratamiento de la gripe
Lavarse las manos frecuentemente y evitar lugares hacinados puede ser de ayuda. Además existen situaciones en las que se hace necesario el empleo de antivirales y la vacunación.
- Antivirales
Actualmente están disponibles cuatro antivirales que pueden disminuir la duración y la intensidad de los síntomas si se administran apenas declarada la enfermedad.
- Vacunas antigripales
Son muy eficaces y seguras; la capacidad de mutación del virus hace necesario que la administración de esta vacuna sea anual.
Grupos de población en los que se recomienda la vacunación antigripal
- Niños
Se recomienda la vacunación anual en niños con factores de riesgo y convivientes (mayores de seis meses y hasta cinco años).
Factores de riesgo:
Enfermedad respiratoria crónica
Enfermedad cardiovascular grave
Enfermedad metabólica crónica
Enfermedad crónica renal
Enfermedad inflamatoria intestinal crónica
Inmunodeficiencia congénita
Enfermedad oncológica
Enfermedad hematológica moderada o grave
Obesidad mórbida
Síndrome de Down
Tratamiento continuado con acido acetilsalicílico
Embarazo en adolescentes
Niños sanos, a partir de los seis meses, que convivan con pacientes de riesgo.
- Adultos
Mayores de 65 años
Embarazadas en cualquier trimestre de gestación
Residentes en instituciones cerradas
Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen alto riesgo de presentar complicaciones:
– Trabajadores de centros sanitarios
– Personas que trabajan en instituciones geriátricas
– Estudiantes en prácticas en centros sanitarios
– Personas que proporcionan cuidados domiciliarios
– Personas que conviven en el hogar con otras que pertenecen a alguno de los grupos de alto riesgo
Personas que trabajan en servicios públicos esenciales:
– Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado
– Bomberos
– Servicios de Protección Civil
– Personas que trabajan en los servicios de emergencia sanitaria
– Trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento
¿Por qué es importante vacunarse cada año?
Según las recomendaciones que recoge el Ministerio de Sanidad, es importante vacunarse frente a la gripe de manera anual, puesto que los anticuerpos que se producen en respuesta a la vacunación antigripal disminuyen con el tiempo y pueden no garantizar una adecuada protección al año siguiente. Además, cada año se producen una serie de modificaciones antigénicas en el virus de la gripe que hace necesario adaptar la vacuna antigripal a las cepas que se estima que circularán en cada temporada